La tecnópolis no nota la crisis, da trabajo a 15.000 personas y ya tiene parcelas apalabradas en su inminente ampliación
Cuando los profesionales, responsables de asociaciones empresariales y sindicalistas hablan sobre la vía de recuperación de la economía malagueña, citan a las nuevas tecnologías justo después del turismo. En Málaga, el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) afronta la crisis de una manera diferente, sin notarla apenas, pues el sector tecnológico aguanta mejor los embates de la desaceleración. Su inminente ampliación en 300.000 metros cuadrados permitirá que el flujo de empleo continúe. En este sentido, de las veinte parcelas que ganará la tecnópolis con las citadas obras, la mitad ya están comprometidas para que se instalen empresas que en algunos casos llevan años en una ´lista de espera´ para tener una ubicación acorde a sus planes de desarrollo.
En la actualidad, el PTA da trabajo a entre 14.500 y 15.000 personas, según su director general, Felipe Romera, y este número crecerá gracias al incremento de terreno disponible. Pero hay que tener en cuenta que el empleo que puede absorber el sector tecnológico no proviene de actividades como la construcción o la agricultura, ya que necesita, por definición, una alta cualificación que supone una criba para muchas personas.
Sin embargo, aunque puede parecer lo contrario, la crisis económica se convierte en un campo abonado para el desarrollo del PTA. Es en momentos duros como éste cuando más ventanas se abren para la mejora de un sector que vive de la innovación: «La tecnología avanza mucho en épocas de crisis porque es necesario agudizar el ingenio y buscar nuevas vías de mercado que generen empleo y riqueza», manifiesta Romera.
Así, los empresarios del sector de innovación y tecnológico no están inmersos, al menos hasta el momento, en la delicada situación que viven los de otras actividades productivas. El Parque Tecnológico de Andalucía representa en la actualidad el 5% del producto interior bruto (PIB) de la provincia de Málaga, y su crecimiento es continuo. Aunque no todo es de color de rosa: las dificultades que ponen los bancos a la hora de conceder créditos sí pueden provocar un retraso en las inversiones pendientes.
Fuente: www.laopiniondemalaga.es