Coín contará finalmente con una planta depuradora propia y no compartida con Álora y Pizarra. Así será si el Ayuntamiento encuentra una empresa que se encargue de la construcción y explotación de las instalaciones, para lo cual el equipo de gobierno llevará mañana a pleno el pliego de condiciones para sacar a concurso el proyecto.
El alcalde, Gabriel Clavijo, avanzó a este periódico que el pliego en cuestión plantea la realización del proyecto, el estudio de viabilidad, la ejecución de las obras y la concesión del servicio por un periodo de unos 35 años. El primer edil aseguró que esta licitación se enmarca «dentro de un acuerdo con la Delegación de Medio Ambiente», por lo que Coín no llevará finalmente sus vertidos a la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) que se proyecta cerca del río Grande y que iba a tratar también las aguas fecales de Pizarra y de Álora. «Hemos estado haciendo números y creemos que es más aceptable contar con nuestra propia depuradora», aseguró el regidor, que recalcó que, en el caso de que se hubiera optado por la planta comarcal, Coín habría aportado el 46 por ciento de los vertidos.
Además, aseguró que las instalaciones que ahora se prevén supondrán un tratamiento terciario del agua, la cual, por tanto, se podrá reutilizar para el riego de los diferentes campos y huertas del término municipal.
En principio, la infraestructura se levantará en una parcela cercana al río Pereila, donde también se quiere instalar una central fotovoltaica de la que se sacará la energía para llevar el agua reciclada hasta las balsas de los regantes. Respecto a la inversión prevista, el primer edil afirmó que el pliego la fija finalmente en unos 5 millones de euros, la mitad de la cantidad que el propio Clavijo avanzó hace sólo un par de meses.
Un año de obras
Una vez aprobado mañana por el pleno, habrá que esperar a que se publique el concurso en los boletines oficiales y, después, se espera recibir las primeras ofertas. Si se cumplen las previsiones, el contrato podría adjudicarse en el próximo mes de febrero. Se abriría entonces un plazo de tres meses para redactar los proyectos.
En caso de que la actuación se considere viable, la empresa iniciaría las obras, que tendrían un plazo de un año, aunque después tendría tres meses más para la puesta en funcionamiento.
Fuente: www.diariosur.es