Las oficinas de trabajo son grandes devoradoras de energía. El ordenador, el aire acondicionado, la calefacción, la iluminación, los electrodomésticos, el papel etc… todo conlleva un gasto energético importante. «Si seguimos utilizando energía al ritmo actual, en 30 años el consumo se duplicará y en 50 años se habrá triplicado», asegura Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena. Esta entidad es la sección española de una de las mayores organizaciones mundiales para la conservación de la naturaleza (Adena) y ha presentado un test de eficiencia y una guía de recomendaciones y sugerencias para que cualquier oficina de trabajo pueda convertirse en un espacio sostenible y eficiente.
En la dirección http://www.officinaseficientes.es los usuarios pueden ver el dibujo de una oficina normal, con los aparatos y la estructura más corrientes, ordenadores, impresoras, otros electrodomésticos como microondas o frigoríficos, aparatos de aire acondicionado, radiadores para la calefacción, ventanas, bombillas… Pinchando en cada uno de estos objetos el programa te hace una serie de preguntas para valorar si el consumo energético que se hace es eficaz, y qué medidas o acciones pueden favorecerlo.
Sugerencias
A través de este portal hay también una serie de sugerencias prácticas y sencillas para ayudarte a conseguir que tu lugar de trabajo sea más sostenible. La filosofía de esta organización es ‘piensa globalmente y actúa localmente’, de manera que un ligero cambio de estilo en las oficinas de todo el mundo puede conseguir, a nivel general, un menor impacto ambiental y disminuir el gasto de energía.
Algunos de estos consejos prácticos están destinados a diminuir el consumo de los equipos ofimáticos, aparatos como las impresoras o las fotocopiadoras que suelen ser los que más gastan y que siempre permanecen encendidos. Apagarlos cuando vayan a pasar un tiempo largo sin utilizarse es una medida que además de reducir el gasto de energía, también disminuye el gasto económico.
Aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías y acostumbrarse a usar documentos electrónicos y digitales es otra medida que también hará que impresoras y fotocopias se usen menos, y que reducirá el consumo de papel, tinta, etcétera. Las nuevas herramientas de la informática permiten que un empresario pueda hacer el mismo trabajo sobre la pantalla del ordenador que sobre el papel. Por otro lado, algo tan sencillo como darle a un interruptor y apagar la luz cuando no queda nadie en el despacho puede disminuir el gasto.
El uso del papel
Otro aspecto importante es el uso del papel, en España se recoge el 60% del papel consumido y se recicla, es una cifra alta pero se puede mejorar, además en la actualidad el precio del papel reciclado ha disminuido considerablemente y es equivalente al normal. Otra posibilidad es usar papel ecológico, que a diferencia del reciclado no está blanqueado, y es que en el proceso de blanqueo se utiliza dióxido de cloro y lavandina, lo que libera compuestos organoclorados dañinos para el medio ambiente y la salud.
Sustituir los cartuchos desechables de las impresoras por recargables, utilizar pilas y baterías que se puedan volver a cargar en cámaras y portátiles, usar bombillas de bajo consumo, gastar menos en transporte a partir del compañerismo entre los trabajadores. Son medidas muy sencillas y sin embargo no se implantan tanto como debieran.
Los responsables de Adena señalan, por su parte, que lo mejor es que la dirección de la empresa o la asociación sea la que se involucre en estos aspectos. Según estos expertos lo más práctico es que se designe a alguien para desarrollar un plan de acción energético para ese lugar de trabajo. Nadie mejor que uno de los propios empleados de esa oficina para ocuparse de estas tareas. Ciertamente, dichas técnicas no son sólo mejores para el medio ambiente y reducir el gasto energético, sino que a largo plazo van a suponer un ahorro económico importante.
Fuente: www.diariosur.es