Se suprimen las exigencias de productos como el aguacate, el mango o el melón, lo que deja a los agricultores malagueños en desventaja frente a países externos.
Los agricultores malagueños recibieron la semana pasada una noticia, no por esperada, menos mala. La Unión Europea ha aprobado el reglamento por el que se suprimen gran parte de las normas de calidad que actualmente existen para la comercialización de frutas y hortalizas, algo que afecta a productos tan cotizados como el aguacate, el mango, dentro del área de subtropicales, o la berenjena, el calabacín, el melón y la sandía, en el hortofrutícola de invernadero. Por resumirlo, la medida permitirá a países extracomunitarios como México, Perú, Chile o Marruecos introducir mercancías que hasta ahora eran rechazados por no cumplir los parámetros de calibre, maduración o grasa vegetal que, en definitiva, aseguran la calidad del fruto. Según explicó ayer el colectivo agrario Asaja Málaga, la Unión Europa justifica la decisión en un intento de contener los precios en una época tan inflacionista, aunque los agricultores malagueños temen que esa producción de baja calidad termine pasando factura únicamente al productor, «ya que los grandes distribuidores y cadenas comerciales comprarán el producto más barato, pero no lo bajarán de cara al consumidor. De esta forma, se calcula que el impacto de esta medida puede suponer una merma de hasta el 20% en el valor de la producción malagueña, concentrada sobre todo en la Axarquía, el Valle del Guadalhorce o Campanillas, y que tiene un valor estimado de casi 377 millones de euros. Hablaríamos así de un montante de hasta 75 millones.
«Los consumidores se verán claramente perjudicados, porque las normas que certifican la calidad del producto, recogido en su punto óptimo de maduración, su presentación y su seguimiento para evitar deformidades se suprimirán, pero en cambio, el consumidor seguirá pagando lo mismo por ellos», critica Benjamín Faulí, técnico de Frutas y Hortalizas de Asaja. Cítricos, lechugas, kiwis, melocotones y nectarinas, uvas y tomates se salvan, de momento, de esta supresión.
Las nuevas normas se aplicarán el 1 de julio de 2009, en sustitución de las que se modificaron en marzo de 2005 y que supusieron, afirma Asaja, «una mejora para la normalización del sector».
«Gran parte del éxito y de la satisfacción de los clientes a los que exporta la UE y Málaga ha sido precisamente el cumplimiento escrupuloso de las normas de calidad», insistió Faulí. Otro de los temores de los agricultores es que esta medida aliente aún más los ya numerosos robos que sufren el campo malagueño. «Hasta ahora, la mercancía robada y que incumplía el estándar de calidad podía ser denunciada y retirada de un puesto de venta. Ahora ya no».
Fuente: www.laopiniondemalaga.es