Las pymes y los trabajadores autónomos malagueños corren con la cuenta de 10 millones de euros anuales correspondientes al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de facturas que aún no han llegado a cobrar, según las estimaciones realizadas por el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que sitúa esta cifra en 95 millones a nivel andaluz y en casi 800 millones en el conjunto del país. Andalucía ocupa el tercer lugar entre las comunidades autónomas con un mayor volumen de IVA pendiente de cobro, únicamente por detrás de Cataluña y Madrid. Entre sus provincias, el mayor volumen de IVA repercutido pendiente de cobro debido a la morosidad corresponde a Sevilla (25,8 millones de euros), seguida de Córdoba (21 millones) y Málaga (10 millones).
Y es que en la actualidad, los autónomos y pequeños empresarios deben ingresar a la Hacienda Pública el IVA de las facturas emitidas que aún no han cobrado, y que quizá no llegarán a cobrar nunca, ya que según la ley española de este impuesto establece que es exigible en el momento en que se efectúa la entrega de bienes o prestación de servicios, y no cuando se emite la factura o se realiza su cobro.
Enmiendas
Con objeto de mejorar la liquidez de estas empresas, Gestha propone -en consonancia con varias de las enmiendas al proyecto de Ley de Economía Sostenible- modificar el actual sistema de devengo para retrasarlo hasta el momento del cobro de la factura.
Actualmente, las dos únicas alternativas en caso de morosidad son solicitar un aplazamiento del pago para no anticipar el impuesto no cobrado, lo que conlleva un interés de demora del 5% anual, o bien, transcurrido un año desde el impago, la rectificación con unos requisitos muy exigentes de la factura no cobrada.
