La cooperativa Malaca cierra y deja a 80 personas en paro

La pérdida de la cosecha debido a la sequía y una gestión deficiente han llevado a la quiebra a una de las empresas de cítricos más señeras de Cártama.

La que fue una de las empresas de producción de cítricos más importantes de Andalucía es ahora una nave vacía con maquinaria parada a la espera de un milagro. La empresa Malaca, con sede en la Estación de Cártama, ha ido perdiendo su producción hasta desemplear a los 80 trabajadores que manufacturaban los cítricos de todos los pueblos de la comarca del Valle del Guadalhorce, a los que hay que sumar más de 200 trabajadores en el campo y 20 más de personal en las oficinas. Malaca, que comenzó su andadura en 1979, ha llegado a exportar naranjas y limones a países como Francia, Suiza, Alemania y Canadá y era la única empresa que llevaba clementinas a Estados Unidos, alcanzando una producción de más de 30 millones de kilos de frutas al año. Había temporadas en las que la maquinaria trabajaba 20.000 kilos de fruta a la hora.

Hace unos años, la cooperativa se embarcó en una gran inversión para automatizar e informatizar toda la maquinaria de la producción de cítricos. Pero la sequía y sus consecuencias, con la pérdida de calidad de la fruta, rebajó el precio de los cítricos así como la producción pero las entidades financieras no perdonaron los préstamos. El precio del limón, por ejemplo, cayó de unos 0,60 céntimos de euros el kilo hace unos años a apenas 0,18 céntimos el kilo.

Según cuenta la jefa de almacén, Remedios Remo, «una mala gestión nos tiene ahora en esta situación. Desde junio los únicos que están empleados en Malaca, aunque sin trabajar porque no hay tarea, son once trabajadores fijos». Son los únicos que se mantienen a la espera de que los echen.

La única solución para los que quedan es un posible traslado de la fábrica a la pedanía de Villafranco. «Pedimos al Ayuntamiento que nos ayude para recalificar esta zona y construir un número de viviendas suficiente para obtener el dinero necesario para levantar de nuevo la fábrica», afirma Remedios, que pasa las horas muertas en la nave sin nada que hacer.

Para los empleados que quedan es preferible que los echen a que cierre definitivamente la fábrica. «Tenemos la esperanza de que esta crisis pueda remontar en unos años y podamos volver a trabajar, pero como Malaca cierre definitivamente se perderá todo», lamenta esta trabajadora que pertenece a la empresa desde sus inicios y que ha visto cómo algunos compañeros han hecho turnos de hasta quince horas.

Los anteriores empleados eventuales trabajaban unos meses al año y el resto cobraban el subsidio agrario, con lo que podían vivir. Ahora, además del trabajo, también se pierden todas las ayudas que antes recibían. La ayuda institucional es la única vía de futuro. Mañana, los socios de Malaca se reunirán con el presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón, para pedir ayuda ante esta situación que ha dejado en la calle a numerosos vecinos de Cártama y de la comarca del Guadalhorce, especialmente mujeres.

Fuente: www.laopiniondemalaga.es

Autor entrada: Redaccion

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *