Asaja califica de «catastrófico» el balance al subir los costes un 60%.
«Un año catastrófico». Esta fue la frase que pronunció el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Javier Ciézar, para describir el balance del año agrario en la provincia de Málaga. No en vano, la producción agraria total -que incluye tanto la agricultura como la ganadería- ha facturado 749,42 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,37% en relación al año 2007.
Aunque la caída no dista mucho de los niveles de facturación del año anterior, el secretario general de Asaja, Carlos Blázquez, matizó que los costes de producción han experimentado un incremento que oscila entre el 60 y el 70%, haciendo caer la rentabilidad de los cultivos. «Bajó el precio del petróleo, pero no los costes de producción derivados del mismo», denunció Blázquez. Asimismo, aclaró que la vecera del olivar ha salvado la producción agrícola en Málaga, al aportar 177,20 millones de euros a la facturación total del sector, un 23,38% más que el año anterior, cifra que asciende a 578,29 millones de euros y que supone un incremento del 1,52%. «Si no se tuviera en cuenta que 2008 ha coincidido con un año de carga en el olivar, habría descendido un 7,5%», manifestó.
Todos los sectores
«La agricultura de Málaga es muy variada, pero no ha habido sector que se salve», lamentó Blázquez. «No se vende ni un pimiento», añadió Ciézar. Pese al carácter generalizado de las pérdidas, algunos cultivos sobresalen por su precariedad. «El limón fino del Guadalhorce está pendiente de recoger, pero no renta hacerlo», aseguró el presidente de Asaja.
Asimismo, la sequía ha afectado sobremanera al cultivo del aguacate en La Axarquía. Una situación que Asaja achaca a una mala gestión de la Cuenca Mediterránea, a quien acusa de abusar por comodidad del pantano de la Viñuela. «El problema de Málaga no es que falte agua, sino que carece de una infraestructura que la reparta», expresó Ciézar, quien encuentra una posible solución en la construcción de una presa en río Grande.
Además de la gestión hidráulica, Asaja considera que la Unión Europea tiene su parte de culpa en el ambiente de pesimismo que rodea a agricultores y ganaderos. «Se quieren abrir los intercambios de productos manufacturados con terceros países, pero cuando entran en juego las 20 multinacionales de la alimentación mundial la cosa se ve muy negra», consideró Ciézar.
Como consecuencia de esta globalización del sector, Asaja resaltó la caída anual del 5% de los agricultores españoles. Un descenso que se suele paliar con el aumento de tamaño de las explotaciones. «Pero Málaga es de minifundio porque está sometida a la presión urbanísitica», apuntó Blázquez.
Por su parte, la producción ganadera en 2008 se ha cifrado en 171,13 millones de euros, un 10% menos que en 2007. Unas pérdidas marcadas por la lengua azul y que se suman a otros problemas del sector agrario, como la oleada de robos del cobre del material eléctrico en las explotaciones.
Fuente: www.diariosur.es