Los embalses de la provincia cuentan con unas reservas de 144,66 hectómetros cúbicos de agua, 37,6 hectómetros menos que hace un año. La afluencia turística en verano aumenta el consumo de agua en la provincia, que equivale al de la capital durante nueve meses.
El verano supone una dura prueba para las reservas de agua de la provincia, que se ven inevitablemente más reducidas por la mayor afluencia de turistas. Pero la sequía no ha dejado los embalses en su mejor estado. Cuentan con un 20% menos de agua que en las mismas fechas del año pasado y todavía se está por vivir el mes de agosto, con la mayor afluencia de turistas de todo el año. Los siete embalses de la Cuenca Mediterránea de Andalucía (CMA) en la provincia disponían ayer de 144,66 hectómetros cúbicos de agua en sus reservas. Una cifra muy baja y que obliga a esperar un otoño lluvioso para afrontar el futuro con ciertas garantías. El año pasado por estas fechas el nivel se encontraba en 182,25 hectómetros cúbicos que, siendo un nivel bajo, al menos contaba con 37 hectómetros más que ahora.
Aunque es pronto para aventurar el nivel de los pantanos a principios de septiembre, las previsiones son de que se baje del nivel de los 120 hectómetros cúbicos, ya que también había que incluir los seis hectómetros que se destinarán al riego de emergencia de las plantaciones del Valle del Guadalhorce.
Según datos de la CMA, el consumo de agua durante los dos meses de verano suele rondar los 45 hectómetros, cifra muy importante y que equivale a lo que Málaga capital consume en nueve meses. El impacto del turismo en las reservas de agua es notable. De hecho, el 1 de julio el nivel de las reservas se situaba en los 170,4 hectómetros. En apenas un mes se han consumido 26 hectómetros, cifra que previsiblemente se superará en agosto, con mayor afluencia.
El embalse que ayer se encontraba en peor situación es el Guadalhorce, con apenas 13,66 hectómetros, cinco menos que en el mismo periodo del 2007. Eso sin contar con el Limonero y Casasola, cuyas reservas son testimoniales y sin utilidad práctica, ya que su función es contener avenidas de agua.
El embalse de La Concepción es quien tiene unas mejores perspectivas, con 48,38 hectómetros. Esto se consigue gracias al funcionamiento de la desaladora de Marbella, que permite abastecer de agua a gran parte de la Costa sin tener que recurrir al agua embalsada de la Concepción.
Esto le conviene a la costa oriental, que está pendiente de que la Cuenca Mediterránea termine las conexiones que permitan el trasvase del agua procedente de los excedentes de la desaladora de Marbella que gestiona Acosol, así como de la presa de La Concepción, que suele estar a más del 80% de su nivel y, en varias ocasiones, se han tenido que abrir las puertas.
Fuentes de Axaragua señalaron que la conexión con la Costa Occidental ofrecerá una mayor seguridad en las reservas, aunque mostraron su inquietud ante el precio del agua y que el coste repercuta en la factura del consumidor.
Precisamente en la Axarquía cuentan con agua para casi un año, con los 25,3 hectómetros de La Viñuela, según los datos de la Red Hidrosur. Estas reservas podrán cubrir los 15 hectómetros anuales de consumo ciudadano y parte de los 15 dedicados a riego.
Fuente: www.laopiniondemalaga.es