Si es universitario y está en paro, puede optar a una beca para cursar los estudios de máster de forma gratuita. A este beneficio se podrán acoger algunos de los 7.600 licenciados y diplomados que constan como demandantes de empleo en Málaga, según el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo Inem). Tras el título de doctor, el de máster será el grado máximo al que se puede aspirar en toda la UE en aplicación del Plan Bolonia. La ayuda se puede solicitar desde ahora y hasta el 30 de octubre, aunque no todos podrán optar a ella. El primer requisito es la edad, pues sólo podrán acogerse personas entre 25 y 40 años. A ello se añade otro factor clave: los beneficiarios tienen que que estar cobrando la prestación por desempleo en el momento de formalizar la matrícula, según detalla la Orden ministerial publicada el pasado jueves en el Boletín Oficial del Estado.
Becas y préstamos
Por tanto quedan exentos todos los que hayan agotado la prestación, esto es, los más necesitados de ayudas económicas y de un reciclaje laboral para encontrar otro empleo. Tampoco se aplicará, precisamente, al grupo que mayor interés puede mostrar por esta medida, el de los jóvenes que acaban de concluir la carrera y que no todavía no han entrado en el mercado laboral, y que tendrán en los máster una vía de especialización profesional muy útil de cara al futuro. Cabe recordar que estos estudios en universidades públicas tienen un coste mínimo de unos 1.500 euros, aunque pueden superar los 6.000, sobre todo en los de mayor duración.
En la práctica, la subvención de la matrícula universitaria estará restringida a profesionales que hayan perdido su puesto de trabajo en fechas cercanas o que hayan estado en activo durante tantos años que tengan derecho al periodo máximo de prestación, que es de 24 meses. Tendrán prioridad los solicitantes con rentas menores y los parados de mayor edad.
En caso de no cumplir los requisitos, los interesados en completar su formación todavía podrán intentar acogerse a la opción de las becas normales para rentas medias y bajas, así como a los nuevos préstamos al estudio, a interés cero y que permiten empezar a reintegrar el crédito en el momento en que el estudiante encuentre un empleo. En estos casos, el Gobierno actúa como avalista y asume parte de las cuotas, en consonancia con los existentes en la mayoría de países europeos.
Fuente: www.diariosur.es