La urbanización obligaba a grandes desmontes en una zona de valor ecológico.
Ni reduciendo el número de viviendas, ni agrupándolas para que ocupen menos suelo, ni presentando un nuevo proyecto. La Consejería de Medio Ambiente ha declarado «no viable» el plan para construir un total de 1.466 viviendas -tanto en forma de chalés como de bloques de hasta 9,5 metros de altura- en el Barranco Blanco, un paraje de 146,7 hectáreas de alto valor ecológico en Alhaurín el Grande (Málaga). Esta declaración negativa cierra la vía administrativa para la urbanización, promovida por la empresa vizcaína Ondobide SA. Se trata de la segunda declaración de impacto ambiental negativa que recibe la urbanización, situada en plena sierra entre los municipios de Coín, Mijas y Alhaurín el Grande. La primera fue emitida en julio de 2007, pero el Ayuntamiento de Alhaurín, gobernado por Juan Martín Serón (PP), aportó a la Junta documentación complementaria del proyecto que contemplaba disminuir la superficie construida y concentrar las viviendas en el centro del sector. Todo fue en vano.
La declaración de impacto ambiental de Plan Parcial de Ordenación Barranco Blanco es el último acto administrativo del ya ex delegado de Medio Ambiente de la Junta en Málaga, Ignacio Trillo, que cesó el pasado 2 de septiembre. El documento pone reparos muy graves al proyecto. En primer lugar, señala que el plan parcial propuesto por Ondobide «no se adapta a las condiciones topográficas» al «ubicar viviendas y otras infraestructuras en zonas muy escarpadas» y «con pendientes por encima del 40%». Acomodar las casas en estas zonas obligaría a «desmontes de gran envergadura» y «taludes casi verticales», que causarían un «gran impacto visual y paisajístico» en este «corredor ecológico» situado entre las sierras de Mijas, Alpujata, Blanca, Bermeja y de Coín.
La Junta considera el proyecto inviable por las afecciones a los acuíferos, tanto por el abastecimiento del complejo residencia como por el destino de las aguas depuradas. Los promotores pretendían obtener 17 litros por segundo de un acuífero que presenta un déficit hídrico de 54 hectómetros cúbicos anuales. «Los recursos disponibles son insuficientes para servir con garantías de calidad y cantidad las demandas actuales», se lee en la declaración de la Junta. Además, se alerta del riesgo de contaminar los acuíferos de los que se abastecen para el consumo humano las localidades de Coín y Monda en caso de que fallara el sistema de depuración propuesto por la promotora.
La urbanización afectaría al río Alaminos considerado Lugar de Importancia Comunitaria por la Unión Europea desde el año 2006. En la zona, los técnicos de Medio Ambiente hallaron «gran número de rastros» de especies protegidas como el gato montés, la gineta, la comadreja o la garduña. La sierra es, además, área de alimentación de aves vulnerables como el águila perdicera, el águila real o el halcón peregrino.
En cuanto a la flora, el 96% del sector que se pretendía urbanizar presenta comunidades contempladas en las directivas europeas de conservación.
Fuente: www.elpais.es