La iniciativa del Ejecutivo permitirá que la plantilla de la Inspección de Trabajo se multiplique por dos, con lo que el departamento alcanzaría los 48 efectivos. Sólo falta que se publique la convocatoria de las oposiciones, lo que podría ocurrir a finales de 2008 o principios de 2009.
La construcción sigue inmersa en su particular ´frenazo´ y, a pesar de que en la provincia hay menos obras desde hace meses, las muertes en el tajo continúan siendo una realidad incómoda. Sin ir más lejos, en el último mes han fallecido tres trabajadores del sector por fallos en las medidas de seguridad. Para acabar con la impunidad en la que se amparan muchas empresas, el Gobierno está ultimando un plan que permitirá duplicar las visitas que realizan los inspectores de Trabajo a los tajos de la provincia. Esta iniciativa permitirá que aumente considerablemente el número de funcionarios dedicados a estas lides. En concreto, ahora hay 22 inspectores en Málaga, mientras que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero prevé incrementar la plantilla provincial en otros 26 expertos en este área, con lo que se alcanzaría la cifra de 48, según se refleja en un documento al que ha tenido acceso a este periódico.
Los nuevos funcionarios tendrán la categoría de subinspectores, lo que en el plano práctico no supone una gran diferencia, ya que su capacidad para realizar inspecciones e imponer sanciones es la misma de la que gozan los inspectores.
La decisión está tomada y no hay marcha atrás, pero aún habrá que esperar a que se realice la convocatoria pública de oposiciones, lo que podría ocurrir a finales del presente año o al inicio de 2009.
Para apoyar la labor de los 22 inspectores de Trabajo que desarrollan su actividad en Málaga, la Delegación de Empleo de la Junta de Andalucía creó un cuerpo de técnicos en Salud Laboral. A pesar de que en la provincia hay cinco personas que se dedican a este cometido, su papel es meramente testimonial, puesto que no tienen capacidad para sancionar. Lo único que pueden hacer es recomendar a la empresa de turno que mejore las medidas de seguridad.
El cerco que se quiere levantar alrededor de la siniestralidad laboral es cada vez más elevado: se han endurecido las penas; se ha creado una Fiscalía especializada en el asunto; las medidas de seguridad mejoran continuamente y las campañas de concienciación entre sindicatos y empresarios son continuas. Sólo quedaba aumentar los inspectores de Trabajo, una demanda histórica de los sindicatos.
Por eso estaba ayer tan satisfecho el secretario provincial de UGT, Manuel Ferrer, quien indicó lo siguiente: «La llegada de los subinspectores es una gran noticia, porque significará la presencia real de más personas en la calle controlando las obras. A nivel de control tienen las mismas competencias que los inspectores, tanto para detener una obra si detectan alguna falta de seguridad como para proponer sanciones».
Ferrer no quiso pronunciarse sobre si el incremento de la plantilla es suficiente para combatir los accidentes en el tajo, apreciación que no quiso ahorrarse su homólogo en CCOO, Antonio Herrera, quien explicó: »Es positivo que vengan más funcionarios para hacer esto, pero está muy por debajo de las expectativas que debe cubrir la Inspección Laboral en la lucha contra la siniestralidad y la economía sumergida».
Herrera propone que se estudie cuáles son las necesidades reales de la provincia en salud laboral, de forma que, una vez que exista un diagnóstico, la plantilla se incremente en la proporción acordada.
El líder de CCOO también hizo un llamamiento para que aquellos que realicen obras en su casa implementen todas las medidas de seguridad que exige la ley.
Fuente: www.laopiniondemalaga.es